¡Pónganse todos a salvo! Familiares y amigos primero.
Llevábamos varios meses encerrados en casa por culpa del dichoso coronavirus. Muchos de nosotros en nuestra zona de confort. Enchufados a Netflix y con miedo a lo que pasaba en el exterior. Ir al supermercado ya era todo un reto. Ponerse los guantes, la mascarilla y salir a enfrentarnos a nuestros miedos. El día que nos tocaba ir al super ya no hacíamos nada más. Aunque el acto de ir a comprar durara 2 horas, te sentías como si hubieras hecho una excursión de todo el día.
Cuándo se nos permitió salir a hacer deporte en aquellas franjas horarias, nos sentimos un poco más libres. Muchas personas tuvieron que desempolvar las mallas y las zapatillas de correr. Por un lado, las calles se llenaron de runners poco experimentados. Por otro, de niños jugando a la pelota. Para muchos de nosotros eso era demasiado. Necesitábamos volver a la nueva normalidad pero a un ritmo más lento.
En la fase 1 todo cambio. Abrieron los bares, y con ellos desaparecieron los runners de pandemia. Las terrazas empezaron a llenarse. Eso si, a dos metros de distancia y un máximo de 10 personas. Solamente relacionándonos con gente conocida. Con esa sensación de que los conocidos no contagian pero los desconocidos si.
Así es como poco a poco vamos ampliando nuestro radio de seguridad anti-COVID. Al principio era solamente nuestra casa y los que vivían en ella. Después, pasó al amigo con el que salgo a correr. Hace una semana, nuestros círculos más cercano: amigos y familiares. Incluso también, los padres y madres de amigos de nuestros hijos pequeños. ¡Porque ya no aguantamos más! Es hora de que empiecen a jugar entre ellos.
Todo esto en grupos pequeños y al aire libre. Entonces, ¿cómo hacemos para juntarnos como lo hemos hecho siempre, alrededor de una mesa?Ahora tenemos más ganas que nunca de compartir esos momentos con los más queridos. Por el contrario, los restaurantes están al 50% de su capacidad. Pero, aunque estuvieran al 100%, están llenos de desconocidos. Y es que claro, de momento solo queremos relacionarnos con gente cercana.
Reunión en Areta Beti
Reunirnos en nuestras casas podría ser una solución pero no entramos todos. Además, llevamos mucho tiempo ya en casa y ahora queremos cambiar de aires.
Ahora más que nunca, reunirte con los tuyos en lugares privados es esencial. Nos gusta socializar, pero de momento con ver a nuestros seres más queridos nos vale. Crear esos espacios de seguridad para después sentirnos que nada ha cambiado. Una buena jamada, acompañada de un buen vino y una copa al terminar. Las risas de siempre, la gente de siempre y los abrazos de siempre.
Queremos volver a la vida de antes, pero queremos hacerlo poco a poco. Queremos hacerlo con nuestros seres queridos y celebrar que nos hemos vuelto a ver, besar y abrazar.
Si quieres alquilar un Txoko en Bilbao o alrededores, puedes encontrarlos todos en este mapa.